Este lugar se adapta perfectamente a mis necesidades. Tienen aparcamiento, permiten mascotas y el personal siempre es amable. La primera vez, me ayudaron con las maletas, un detalle que nunca olvidaré. ¡Recomiendo alojarse aquí, sin duda volveré para la Pascua!

Un hogar acogedor en Vielha

El hotel es muy acogedor, con habitaciones amplias y limpias. Además, el personal tiene una sonrisa siempre a mano. Estuvimos cerca de tiendas y bares, lo que hizo que nuestra estancia fuera aún más cómoda.

Sin embargo, la falta de mantas adicionales y buena calefacción fue un inconveniente en noches frías. Un detalle a mejorar.

1. Desayuno espectacular
2. Habitaciones amplias
3. Limpieza impecable

1. Falta de ventilación
2. Antigüedad notoria
3. Atención deficiente

El desayuno abundante y variado es un gran punto fuerte.

La habitación que nos dieron estaba en un estado bastante viejo y descuidado. La falta de ventilación en el baño fue un verdadero inconveniente, lo que hizo que la experiencia fuera incómoda. Además, la atención al cliente fue deficiente, ya que intenté llamar varias veces y nunca contestaron, lo que es inaceptable para un hotel.

Increíble! Aromas agradables a naranja, limpieza impecable, aparcamiento fácil.

el desayuno tiene variados productos de calidad. las habitaciones son un poco viejas.

La habitación era amplia y cómoda, pero hacía frío sin calefacción extra.

nuestro viaje a vielha fue increíble, superó nuestras expectativas. la habitación era muy amplia con unas vistas impresionantes a las montañas. el desayuno fue espectacular, con zumos frescos y opciones variadas que hicieron nuestra luna de miel aún más especial.

faltaron mantas extra en la habitación.

desayuno espectacular con mucho variedad! !

tranquilidad, desayuno abundante

hotel viejo

El hotel Delavall en Vielha tiene su encanto, aunque su antigüedad se nota. El desayuno es realmente un punto fuerte. cada mañana disfruté de un buffet diverso con pan sin gluten para mi hija celíaca, algo que apreciamos mucho. La habitación triple era amplia y cómoda, sin embargo, la falta de ventilación en el baño fue incómoda, especialmente por la noche. La limpieza fue impecable en todo momento. La ubicación es perfecta, justo enfrente de un parking gigante, y solo a diez minutos del centro caminando. Aunque la atención de algunos empleados fue buena, hubo una ocasión en que no contestaron a la llamada de emergencia, lo cual fue frustrante.

El desayuno fue un despliegue de delicias, con croissants que parecían más recién salidos de una película francesa que de una cocina. Además, la terraza es el lugar perfecto para disfrutar de las impresionantes vistas del Valle de Aran mientras se saborea un café.

Acceso limitado al aparcamiento

un hotel con encanto rústico, desayuno espectacular y parking gratuito que te hace sentir en casa

Hotel encantador con habitaciones amplias y un desayuno que es un auténtico festín. La limpieza impecable y el personal muy atento. Perfecto para una escapada de esquí en familia.

Las habitaciones son amplias y limpias, ideales para descansar después de un día de actividades. El desayuno es un gran punto a favor con opciones variadas. Sin embargo, el baño carecía de buena ventilación, lo que fue un poco incómodo. A pesar de algunos detalles por mejorar, es una opción adecuada para una corta estancia.

La ubicación perfecta, justo en el centro. Habitación bastante amplia y limpia, ideal para descansar después de un día de esquí. El desayuno delicioso, con buen surtido y calidad. Aunque el mobiliario está algo viejito, tiene su encanto. Sin duda, una opción que vale la pena.

Habitaciones amplias y limpias, ubicación bien central. Desayuno impresionante, con de todo para uno no parar de comer. El personal muy bacano, siempre dispuesto a ayudar. Aunque el lugar se siente un poco viejo y le falta una mejor ventilación en el baño, el ambiente es acogedor y tranquilo.